miércoles, 14 de octubre de 2009

Acerca de: caminar. Según el seductor.

El seductor: Mirá. Si, mirá ahí.

Yo: ¿Qué?

El seductor: Ahí, el zigzag, distinguí el “zigzag”

Yo: (desconcertado)

El seductor: ¿Querés aprender algo? Esa mujer es buena en la cama –dictamina sin duda alguna-.

Yo: ¿Qué te pasa?

El seductor: Sabés lo que pasa, pibe, vos no entendés nada. Las mirás y las dejás pasar, no las observás, simplemente son parte de tu mundo y por eso las aceptás; solo porque están ahí.

Yo: Vos me estas jodiendo. Primero me decís que mire, como un idiota te hago caso, la miro y veo una mujer normal.

El seductor: ¿Normal? ¿Vos viste el zigzag?

Yo: ¿El zigzag?

El seductor: El movimiento de las piernas: el zigzag. Un movimiento perfecto, nítido, acostumbrado a llamar la atención. Las lleva el viento, no se permiten duda cuando se deslizan.

Yo: Increíble, vos estas diciéndome que por ser superficial deducís que esa mina es buena en la cama.

El seductor: ¿Superficial? Eso es innato. Uno nace con ese movimiento, lo hereda. La madre de esta mujer es igual, podría apostártelo.

Yo: Explicate.

El seductor: Vos crees que todo el mundo camina igual.

Yo: Varía pero sin fines, el caminar es funcional.

El seductor:(riendose) Nuevito, sos nuevito. Esa mujer encierra en su movimiento un arma. Encierra la experiencia de quien conoce al hombre. Lo delata, lo enmudece. Todos caminamos, pero no lo hacemos de la misma manera. Mirá esa mina, pobre. Esa mujer es linda, uno podría regalarle un florero, pero mirá como se mueve. Se arrastra.
El caminar, así como la cartera, la pintura y los zapatos muestra a la mujer tal como es en la cama, la dibuja con luces y en todos sus ángulos; la mujer cuando camina hace una vidriera de si misma, quiere que la observes y la interpretes. En cambio…

Yo: En cambio…

El seductor: En cambio, el hombre se desborda en la palabra. El hombre no trabaja en si mismo. La mujer es una obra de arte en estado puro, te muestra lo que quiere que vos veas. Está todo pensado.

Yo: Hay que volver ¿Te das cuenta que no estás bien?

El seductor: Eso lo decís vos que ya te acostumbraste a comprar floreros.

jueves, 1 de octubre de 2009

Atormentado (de Siguiendo el misterio)

Pasadas las tres de la mañana me dispongo a prender el primer cigarrillo del día, no he podido dormir por un pensamiento que me atormenta, su rastro – casi fantasmal- aparece de un segundo a otro.
Soy sincero, el saber si es humano o algo más bien sobrenatural despierta un interés fatal en mi conciencia. Reviso cada uno de mis pensamientos, uno por uno, desde los más lejanos y turbios, hasta los mas recientes que poca importancia he de darles en este momento; sin embargo, no encuentro respuesta.
El cigarrillo extinguiéndose hace de luz en la habitación opaca plagada de ropa anticuada, refleja en su rostro sus ojos adormecidos y dibuja en ellos un eterno puente hacia su perfecta y joven boca. Lentamente -y sin tapujos- me levanto y la observo, la analizo, diversifico mis pensamientos en sus hombros y admiro la perfección de sus piernas, se que será la ultima vez que podré apreciar semejante belleza; lo se y no lo cuestiono porque esto es lo que he sido toda mi vida, un hombre que solo trata de encontrar a su musa, a esa figura que lo atormenta día a día y que no lo deja respirar.

***
…Esa luz intensa penetró por mi iris, la dibujó perfectamente, en ella encontraría la respuesta, no podía mentir, no otra vez. Era de mediana edad, de módicas piernas y sus ojos reflejaban la seguridad que los años aportan a la vida. La mire y sonrió.

-Hola. Mi nombre es Sara, te estaba esperando Gabriel – dijo sin titubear y con su hermosa sonrisa.

Un frío indescriptible navego por toda mi espalda. ¿Quién era esa mujer? ¿Cómo sabía mi nombre? Solo bastaba saber si podría responder sobre esa figura que me perseguía hacía años.

***
Abrí la puerta silenciosamente, dejándome escapar de la lúgubre habitación.

-¿Dónde vas? – Me preguntó sin comprender que pasaba

Un silencio recorrió cada uno de los recovecos de la habitación. Miré hacia el suelo y cerré la puerta.
Ambos sabíamos que no volveríamos a vernos.

miércoles, 23 de julio de 2008

El Blog

Más de una vez nos ha pasado imaginar escenas, imaginarlas como si fueran un deporte a practicar, amoldarlas a nuestro gusto, superponer planos y sumarle a cada una de ellas sonidos. Encuentro en esto último algo efímero muchas veces, pero reacio a ser olvidado en el momento mismo del éxtasis; pues bien, es aquí donde me imaginé escribiendo mis pensamientos, mis escenas absurdas (porque si hay algo que no dudo es en lo disparatado de ciertos pensamientos) o mi imaginación.

Por otro lado, este blog no escapa del estereotipo, del lugar común. En otras palabras:

Fin numero 2: Este blog es, como el de muchos otros, escribir estupideces varias que ocurren en algunos momentos dados en la vida de uno, mostrar imágenes, música y hasta debatir sobre diversas locuras.

Si alguien pretende guiarme o inducirme a escribir sobre algo las puertas estarán abiertas.

Adiós. F.